Si
leemos la reflexión de la Dra.Brizedine sobre los cerebros, descubrimos que los
cerebros de los hombres y de las mujeres son iguales las primeras ocho semanas
del ciclo fetal, luego los testículos del feto masculino impregnan los
circuitos cerebrales y los transforman del tipo femenino al masculino. La
doctora decía que cerebros de los hombres y las mujeres tienen diferentes
actitudes según las etapas de la vida. Pero no es solo esto es lo que influye en
que seamos distintos ya que nuestra cultura (y en ella podemos encontrar la
forma en la que nos educan) condiciona que los hombres y las mujeres seamos
distintos. Investigando un poco sobre el tema encontré un
fragmento de un artículo llamado el concepto de género (es
el primero que aparece en el cuadro de búsqueda) en el cual podemos sacar la siguiente cita que me
ha llamado bastante la atención:
''Los
últimos 25 años han presenciado la convergencia de varias líneas de
investigación académica y el consiguiente surgimiento de una comprensión más
compleja del género como fenómeno cultural. Los matices y variaciones de esta
categoría cultural son ahora más sutiles que la formulación sugerida por Mead.
Hoy vemos que las fronteras sociales establecidas por los patrones de género
sufren variaciones históricas y culturales, si bien son componentes
fundamentales de cualquier sistema social. El que vivamos en un mundo
compartido por dos sexos puede ser interpretado de infinitas maneras; estas
interpretaciones y los patrones que de ellas devienen operan tanto en el plano
individual como en el social.''
Dando mi opinión personal sobre el tema creo que algo que está influyendo mucho en estos últimos años es la publicidad debido a que se está marcando un estereotipo de cómo tenemos que ser y se utilizan tácticas de marketing para hacernos ver que si no somos como todos, seremos ''raros'' dentro de la sociedad. Pero volviendo al tema es evidente que entre el cerebro del hombre y de la mujer hay diferencias pero creo que nuestra sociedad es el factor que hace estas diferencias más grandes. También creo que no se nos debería de marcar los patrones de: ''¿cómo debe pensar y ser un hombre?'' o ¿cómo debe de pensar y ser una mujer?'' y deberían dejarnos ser lo que realmente queremos ser.
Sebas dices que "es evidente que entre el cerebro del hombre y de la mujer hay diferencias pero creo que nuestra sociedad es el factor que hace estas diferencias más grandes". Coincido en las diferencias (no las muestras en tu trabajo) y especialmente en que, a pesar de ellas, lo cultural influye.
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